Pasaje I
Desciendes lento
Silencioso amor alado
Venido a salvar
De los negros y húmedos
Muros fríos
Mi alma prisionera
De abandonos displicentes
De perpetuas soledades.
Te pido no me sueltes
Nunca más,
Remóntame en tu vuelo
Trasládame al paisaje cósmico de estrellas
En donde habita tu belleza
Plena de virtud.
Funde el mío
A tu cuerpo plateado
Embriágame de luz
Angel viviente...
Silencioso amor alado.
Obra del Maestro Alfredo Araujo Santoyo
Pasaje II
Tus labios
Se hacen beso para mí
Suaves como el mosto
Recorren la huella de mi aliento
Sin reparar siquiera
Que los míos,
Mis besos,
Te persiguen por las curvas
De tu talle
Abrazado a tus plegadas alas.
Pasaje III
Alejándome lerdo
A cuarenta y tantos estadios
De mi vida
Sucedió tu aparición
Camino a Emaús
Vino el ángel
Besó mi alma
Ungiéndola
Con esencias
y aromas
de nardos y mandrágoras.
Pasaje IV
Eres toda una inspiración
Mujer hermosa
Con ojos de cálida mirada
Donde apacientan
Y se recogen mis pupilas
No sabiendo
la gente, ni los pueblos
Que te haces codiciable
Al paso de los años
Pues mi paso errante
Se detuvo
Para entregarte de mis manos
Una ofrenda de amor,
incienso y mirra
Y que tú has recibido
Complacida
Devolviéndome a la vida.
Te haces codiciable
Porque... te haces
Más hermosa
Cada día.
Pasaje V
La brisa helada
De la muerte
Recorría el vacío
De mis calles
Cuando te avisaste
Con el canto
De glorias y alabanzas.
En tiempos mezquinos
Como los de ahora,
Inciertos,
En los que vagan
Espíritus pendencieros
Creándose conflictos y quimeras
Lo apaciguas todo
Con tu voz
Unida al coro celestial
De arcángeles
Querubines y serafines.
*Hernán Acero Suárez
Angeles Resueltos
Los angeles vuelan en la brisa helada